"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continete, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promotorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad;y por siguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campana, doblan por ti"

John Donne

"Por quién doblan las campanas"
Ernest Hemingway



martes, 29 de noviembre de 2011

Una injusticia más, las elecciones.


Después de la resaca electoral, de los ríos de champagne y banderitas que tuvimos la suerte de presenciar, nos damos con los morros ante una ley electoral injusta, que tira millones de votos a la basura, a favor de los dos partidos mayoritarios y nacionalistas, dejando sin representación los deseos de  buena parte del electorado. Dejando claro que también hay clases entre el electorado, unos votos valen más que otros.

Es curioso como esta injusta ley pasa por los medios de comunicación de masas sin hacer mucho ruido, o mejor dicho, en algunos ni siquiera se comenta. Y si no se comenta, no existe. No es que sea partidario de las elecciones como medio único y básico de la democracia, pero si es la única opción que nos dan que por lo menos nos la ofrezcan en condiciones, sin adulterar.

Este sería el resultado que se hubiera obtenido con un recuento más justo, y un análisis que en este enlace (http://blogs.lainformacion.com/a-base-de-datos/2011/11/22/tres-razones-por-las-que-la-ley-electoral-es-injusta/) deja destapado tan burdo sistema democrático. 


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